Generar confianza es la base de cualquier relación, y por supuesto, de nuestro negocio. Se trata de una cualidad difícil de conquistar y fácil de perder, y que no admite grados, o confías, o no confías (no se puede confiar un poco). Por eso en Acebal Fincas sabemos que nuestra palabra es la ley, y que la honestidad es irrenunciable.

Al final, de lo que se trata, es de aportar soluciones: escuchamos a nuestros cliente y les ayudamos a cumplir sus objetivos, salvando los obstáculos que nos encontremos en el camino. Tenemos un enfoque altamente personalizado que hace que nos tomemos el tiempo necesario para conocer las necesidades de cada cliente.

Si hay algo que caracteriza la época que vivimos, es la “velocidad del cambio”. En un mundo que avanza tan rápidamente, los profesionales no podemos quedarnos atrás. Ante éste escenario, la formación juega un papel fundamental. Debemos mejorar nuestros conocimientos y habilidades, para estar al día en los cambios que suceden a nuestro alrededor, y poder anticiparnos a las tendencias del futuro. La capacidad de anticipar el futuro es muy importante si se quieren lograr las metas, y tener éxito.

El verdadero motor de la sociedad y de las organizaciones es el talento, o lo que es lo mismo, la necesidad de poner a trabajar, de poner en acción, todas las inteligencias. Talento es capacidad y compromiso, pero también actitud, que es lo que marca la diferencia. Las grandes personas quieren trabajar con otras grandes personas: El liderazgo se nutre de contagiar emociones, de demostrar que querer es poder, de descubrir, tal como hacen los niños y los adultos cuando aprenden, que si otra persona es capaz, ellos también pueden cruzar metas. Un líder, debe alinearse con sus seguidores; la conexión es fuerte y necesaria. Una conexión humana profunda y plena de motivación. La comunicación abierta y sincera con nuestros colaboradores se focaliza en valores como la cooperación, la humildad, la generosidad, el humor y la humanidad.

“Elige un trabajo que te guste y no tendrás que volver a trabajar ni un día más en tú vida”. El éxito, tiene un denominador común que se llama trabajo; hay que trabajar duro, pero también hay que pasarlo bien y disfrutar con lo que haces. Y una muy buena manera de pasarlo bien es trabajar en algo que realmente te apasiona. Los anglosajones lo definen muy bien, “work hard and play harder”

La creatividad no es un coto reservado a los artistas y a los creativos publicitarios. Se trata de dar lo mejor de nosotros mismos y de mejorar con nuestro trabajo la vida de los demás. En definitiva, hablamos de buscar la excelencia, de superar expectativas y de servir a los demás. Toda persona es creativa desde su nacimiento, cualquier persona alberga en su seno las ideas que pueden cambiar su vida y subir a un peldaño superior.

La humildad, nos obliga a reconocer nuestras debilidades, a aceptar que somos pequeños y que nos podemos equivocar, aunque en el error es donde hallemos la fuerza para la acción transformadora. Somos humildes, nos equivocamos y sabemos que los otros también pueden cometer errores. Al no creernos por encima del bien y del mal, nos sentimos más tranquilos y más proclives a conectar, a cooperar por un progreso común.

La tenacidad es la fuerza que nos impulsa a continuar con empeño y sin desistir en algo que se quiere hacer o conseguir. Nunca dejes de luchar por aquello en lo que crees. Persigue tus sueños, pero recuerda que los sueños no se conquistan con suerte; se conquistan con PROPOSITO, PASION, Y DISCIPLINA, es cuestión de ACTITUD.

A todos nos gusta que nos traten bien. A la hora de dar un buen servicio, la amabilidad ocupa el primer lugar. En todo momento, y bajo cualquier circunstancia, debemos ser amables, corteses y cordiales con cada uno de nuestros clientes, ofreciendo un trato personalizado que los haga sentir únicos y especiales.

Todo el mundo falla alguna vez. La forma de responder a los fracasos es lo que marca la diferencia. No debemos desistir, ni temer el fracaso, porque el fracaso no es el final del camino. Nos debe servir para aprender, mejorar, y para preparar las circunstancias adecuadas que den lugar a que se generen oportunidades. Pero recuerda que la oportunidad no es cuestión de suerte o azar, ¡siempre esta ahí!

En general, una crisis no es mala ni buena, solo es un cambio inesperado. Por lo tanto una crisis es una inflexión o un cambio inesperado que te lleva a tener que decidir, a distinguir, a escoger, a separar. Bien entendida y bien trabajada, una crisis transforma profundamente, fortalece el carácter, denota talento, creatividad, transformación, elevación, entrega y acción positiva transformadora.

Ante organizaciones gripadas por la crisis económica, se requiere “la cooperación de las inteligencias”. Porque el futuro de las empresas pasa por desarrollar “talentos que cooperan”. Se trata, en definitiva, de insistir en la recuperación de valores éticos, “cooperando unos con otros”.

Cada vez más investigaciones muestran los beneficios físicos, psicológicos e incluso económicos que genera una actitud optimista ante la vida. Aliados asociados como el valor, el coraje, la esperanza, la confianza, la pasión, la perseverancia o el entusiasmo son capaces de transformar nuestra realidad y hacernos más felices. El optimismo está muy relacionado con la responsabilidad que asumimos o no las personas ante aquello que nos ocurre. En definitiva, el optimista se hace y se sabe responsable de aquello que le sucede, y, por tanto, se cuestiona qué es lo que puede hacer para rectificar, mejorar o cambiar una determinada situación. En este sentido, conviene no confundir optimismo con ingenuidad o negación de la realidad, ya que ser optimista no implica negar los problemas que la realidad presenta, sino asumir su existencia y definir estrategias de acción basadas en la esperanza para afrontar la realidad y transformarla.

El sentido del humor es importante para nosotros, y es esencial para crear un buen ambiente de trabajo. El humor se resume como la capacidad para percibir el mundo con sus contradicciones, nos regala espontaneidad, libertad y ganas de avanzar y de descubrir. Cuando los agobios de la vida moderna nos acercan a nuestros límites, reírnos de nosotros mismos, no colocar nuestro ego por encima de la inteligencia y dejar de lado el dramatismo que nos aísla del entorno son las vías de éxito más lógicas.

Todo el mundo sabe que se tiene que morir, pero casi nadie se lo cree, y los que se lo creen, viven la vida entregándose a cada instante. Recordar que vamos a morir es una importante herramienta que puede ayudarnos a tomar algunas de las grandes decisiones de nuestra vida. Porque casi todo -todas las expectativas externas, todo el orgullo, el miedo al ridículo o al fracaso- todo eso desaparece en la cara de la muerte, dejando sólo lo que es verdaderamente importante. Al final, todo se reduce a ese campo de energía que se llama amor; así que, pon amor en lo que haces y saca el máximo partido de cada día!